19.7.07

Los bicipolicías acróbatas



Los bicipolicías acróbatas
de la Policía de la provincia
no arrugan
a la hora de reconocer
que su actividad
es de lo más parecida
a un espectáculo circense.

Esta nueva brigada de bicipolicías
nace con un objetivo claro:
acercarse a la comunidad
y rescatar el contacto con los niños,
principales admiradores de sus piruetas.

-Pedaleando por un sueño-

La rutina de su show,
dura entre 30 y 45 minutos,
y consta de dos partes:
primero realizan esquemas sencillos de sincronización
y calentamiento.
utilizan las mismas bicicletas
con las que
diariamente
patrullan la ciudad.

Luego del calentamiento
viene el plato fuerte:
las pirámides.

En esta parte central del espectáculo
saltan a las bicicletas reforzadas,
allí arman diferentes figuras
a las cuales se van sumando
tanto bicis
como
policías.

El espectáculo de los bicipolicías cordobeses
se desarrolla acompañado de música aeróbica
que ellos mismos eligen,
privilegiando las canciones
de mayor actualidad.

Practican dos veces por semana,
unas tres horas en cada encuentro,
siempre en sus horas libres
y con el permiso de los vecinos de la cancha del barrio Ciudad Parque las Rosas,
sede de esta nueva brigada.

-Acróbatas con buen estado-

Las condiciones para pertenecer a la brigada,
además de ser parte de la sección,
son demostrar el gusto por las acrobacias
sobre dos ruedas
y, por supuesto,
un muy buen estado físico.

El uniforme habitual
de los bicipolicías
está compuesto
por prendas deportivas,
pero para las presentaciones
agregan accesorios
que los destacan.

Las bicicletas
son propiedad de la Policía y,
como parte de los cursos de capacitación,
aprendieron la mecánica de sus móviles.

Para las acrobacias tuvieron que reforzar
los rayos de ambas ruedas,
fortalecieron los centros,
soldaron los pedalines,
la parrilla
y hasta modificaron el sistema
de transmisión.

La contextura física
no es un impedimento para ser
un biciacróbata,
aunque a la hora de armar las acrobacias
la tienen en cuenta:
los más robustos tienen que poner el hombro
en la base
de la pirámide.

La brigada tiene su propio locutor,
el oficial Ariel Britos.
"Hacemos esto con el sueño
de fortalecer el acercamiento
a los vecinos.
A veces uno ve que la gente
se ha distanciado del policía,
quizá porque no existe en la actualidad
un buen canal de comunicación
entre nosotros y ellos.
Esta es una manera de acercarnos".




-¿Coreografía o el arma?-

¿Qué pasa
si en medio de una exhibición
ven que se produce un delito?
"Dejamos la coreografía
y agarramos el arma",
responden casi al unísono.

Los bicipolicías acróbatas
son la cuarta escuadra de exhibición
de la Policía de Córdoba.
Se sumó a la caballería,
la brigada de motociclistas Puma
y la de canes.

-La mirada de los vecinos-

La actividad de la escuadra de exhibición de los bicipolicías
no pasa inadvertida
en el barrio.

Las opiniones de los vecinos
son de todos los colores,
aunque lo que no se discute
es el atractivo que representan
las piruetas para los chicos
de la zona.

Uno de los vecinos,
Ariel Romero,
no muy convencido
por las acrobacias,
mientras los ve practicar dice:
“la Policía debe cuidar a la gente
y no andar jugando.
En sus tiempos libres
deberían capacitarse
para agarrar a los choros”.


Por el contrario,
los niños siempre se congregan
para verlos ensayar.
Muchos llevan sus pequeñas bicicletas
e intentan imitar
lo que hacen los policías.


“Cuando sea grande voy a ser policía
y voy a hacer todas estas cosas.
Pero primero necesito una bici”,

cuenta Elvis Iván Bringa,
de 7 años,
que junto a su hermanita Abril Agustina
y cuatro pibes más
se reúnen en la cancha
para imitar a los uniformados.