26.11.07

Perros Ladran

el viernes pasado fue la lectura del taller literario "Perros Ladran" de Godoy y Lamberti, al que asisto. me tocó abrir y leí algo de lo q había escrito en ese lugar unos meses antes de esa noche y que aquí comparto.



Mar Chiquita


llueven angelitos.
angelitos de todos los colores.
salvo blanco.
angelitos con caras de ancianos.

yo vi uno
estaba desayunando
y escuché el ruido
frente a la ventana del comedor.
era marrón oscuro
y tenía solo un ala.
- la otra se le había desprendido unos metros antes
al golpear con el cable de teléfono -
por la que sangraba
un líquido verde.

los noticieros dirían
que el hecho de que llovieran ángeles
era exótico
pero no inhóspito.
ya había ocurrido una vez
en Sri Lanka
el 17 de julio
de 1679.

los que caían sobre el asfalto
explotaban como sapos.
sobre todo los más gorditos.
caían con más fuerza.

sólo unos pocos se salvaron
los que caían en las fuentes de las plazas
o en el Suquía.

el agua los amortiguaba
pero por el impacto del golpe
y sus plumas mojadas
no podían salir volando.
la corriente los llevó
flotando río abajo.

junto con los ángeles
-como cuando cae granizo-
también caía lluvia.
mucha lluvia
que arrastraba los cadáveres de los angelitos
todos enchastrados en sangre verde
por la Chacabuco y después la Maipú
hasta llegar al río
donde se encontraban
con los vivos.

los angelitos mas cabezones
quedaban enganchados
en las bocas de tormenta
en los desagües
y ahí se iban acumulando
mientras las familias miraban el espectáculo
desde los balcones de sus edificios.

todos intentaban verlos caer
pero bajaban muy rápido
- a más de 200 km/h
dirían los noticieros -
la vista no alcanzaba a captarlos.
sólo el oído
con el tuc seco
al caer sobre el pavimento
sobre las veredas.

las madres regañaban a sus hijos
que salían al patio a disfrutar del show
- entrá a la casa, mocoso.
ninguna mamá quiere
que la cabeza de su hijo explote
al chocar con la de un ángel.

cientos flotaban en el Suqía
algunos miraban el cielo
haciendo la planchita.
otros mirando el fondo.

al llegar a Mar Chiquita
los vivos
rezaron hasta que anocheció
y luego a oscuras
enterraron a los muertos
en las costas de la laguna.

a algunos de los que flotaban boca abajo
le habían comido los ojos
los pejerreyes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

te imaginé rubio, insulso y regordete y tu idea dejó de ser atractiva!! te conocí y sos HERMOSO. la ausencia de alianza en tu mano derecha me deja una sola alternativa... sos el gay más lindo e interesante que conocí...

jc dijo...

soy rubio originalmente, pasa q me tiño de castaño oscuro. "doce" es autobiográfico x lo q regordete, tb calza. mucha gente me dice q cree q soy gay x lo q me están convenciendo. pensé q las alianzas iban en la mano izquierda. supe tener una. tenía 20 años y creía en el amor.

Anónimo dijo...

encima chistoso... si! van en el izquierdo... nunca pude nominar correctamente los laterales... por qué la melancolía en esos profundos ojos negros... o marrones?... no me animé a clavarte los míos para confirmar el tono...