25.12.09

oleksander, yustik y vladislav

a osvaldo bossi
algunos días
al llegar a casa
después de trabajar
me gusta salir a la vereda
fumarme ahí un cigarrillo
mirar la gente pasar
imaginarme de dónde vienen
adónde van
qué van a cenar.

a veces
durante largos minutos
no pasa nadie
entonces
me siento en el cordón de la vereda
a mirar
los tanques de agua
sobre las casas bajas
de mi barrio.

por qué hago eso?
no estoy seguro
supongo que me gusta pensar
aunque no la pueda ver
en el agua quieta
que duerme
ahí adentro.

agua
elemento vital
natural
concebido por dios padre
para fluir
estancada ahí
en ese tanque.

en eso pienso:
en esa agua
muerta
hasta que alguien
adentro de alguna casa
abre una canilla
tira la cadena
y entonces
el mecanismo se activa

el agua finalmente
comienza a fluir
a bajar por los caños
a entrar en las casas.


en eso me gusta pensar
en esa agua que en este momento
llega por ejemplo
a la ducha
del baño de rocío
mi vecina.

esa agua
que en este momento
mientras yo estoy acá sentado
baja del tanque
y entra a su baño
cuando ella
abre el grifo de la caliente
y un poquito menos
el de la fría.

la fría
baja directamente
del techo al baño
la caliente en cambio
tiene que pasar antes
por el calefón.

mientras el agua cae
rocío cuelga el toallón
se saca el corpiño
la bombacha
baja la tapa del inodoro
prende un cigarrillo
y se sienta a esperar
que el calefón allá en el lavadero
haga su trabajo
es una casa vieja
es alberdi.

una vez que el vapor
comienza a colonizar el baño
mi vecina levanta la tapa
tira el cigarrillo
y camina hacia el agua
que baja del tanque
que brota desde la pared.

una vez allí
se pasa el jabón por las axilas
se refriega el entrepiernas de memoria
y mientras hace esto
de golpe
recuerda las palabras de su mamá
cuando se bañaban juntas
allá por los ochenta
ella siempre le decía
“ro, con el jabón solo no alcanza…”

con una esponja vegetal
en este momento
frota la piel de sus piernas
rocío.

segundos después
rocío ya ha olvidado a su madre
a sus manos enjabonándola
y comienza a pensar en otras cosas
piensa puntualmente lo siguiente:
que todavía no fue a pagar el gas
que pronto cumplirá treinta años
que en un rato llega marcos
que todavía no puso
la cerveza en la heladera

también piensa
que no le gusta
ese champú nuevo que compró
siente que le deja olor a farmacia
se maldice a sí misma
por siempre comprar cosas
que están en oferta.

rocío piensa
que cuando vaya al super la próxima vez
tiene que comprar otro
aunque sea caro
uno de esos con aloe vera
con extracto de almendras
con esencia de ketaconazol
en fin
cualquiera
que no le deje
ese olor
a paracetamol.

rocío se enjuaga mucho
se pone acondicionador
espera así
tapar un poco el olor del champú
y mientras masajea su cabeza
empieza a pensar
en vanina.

entonces rocío se pregunta
por qué últimamente pienso tanto en vanina?
acaso será que me gusta?
acaso de repente
me empezaron a gustar las mujeres
como me pasó con el whisky?

todo
todo todo esto
piensa mi vecina
mientras yo acá sentado
miro el tanque
que está arriba de su casa.
agua
agua que viaja
adentro de caños de un metro y medio de diámetro
agua que viene
desde el dique san roque
agua que atraviesa la calera
agua que rellena el tanque de rocío
hasta que el flotante
hace tope.

imagino que en este momento
rocío apaga la ducha
camina hacia el espejo
se mira
no se reconoce
ve una figura abstracta
fuera de foco
lejana
cree ver a su abuela
un poco se asusta
se acerca rápido a la bacha
abre la canilla de la derecha
y con sus dos manos
forma un baldecito
lo rellena con agua fría
salpica el espejo

al reconocerse
sonríe mínimamente
y murmura:
ahora sí…

imagino que todo esto pasa
adentro del baño de mi vecina
mientras yo acá sentado
escucho
que todavía no cortó el flotante
que el caño sigue trayendo agua del san roque
esa masa de agua
estancada entre montañas
donde en este momento
mientras rocío se seca el pelo
se pasean lanchas
lanchas con motores dos tiempos
de 100
150
caballos de fuerza.

son lanchas importadas de ucrania!
lo sé
lo soñé varias veces
son lanchas que arrastran
bronceados rubios
con nombres como oleksander
yustik
vladislav

rubios con torsos moldeados
mandíbulas marcadas
sosteniendo un manillar
creyéndose jesucristo.




6 comentarios:

Ramacciotti dijo...

...y el poema baja, delgado, como un chorro de agua. El poema fluye y moja los recovecos del cerebro.

Me gusta del poema que termine con esa imagen de los ucranianos, y la sonoridad de los nombres.

Me gusta también la unión de escenas diversas como piezas de rompecabezas distintos pero que por terquedad del poeta como que se unen(quizá algunas uniones las haría "menos duras", más fluidas y ambiguas: cuando pasás de la escena de rocío a la tuya en la vereda no lo señalaría al tránsito. Pero es sólo un "quizá")

Una vez soñé algo con tanques de agua: un chico tenía la costumbre de meterse en un tanque de agua con frecuencia, y una vez ahí se masturbaba con ferocidad hasta eyacular. Luego se iba. En esa casa vivía la chica de la que estaba enamorado, y cada vez que él dejaba el tanque de agua sonría pensando que aunque ella no lo supiera, de algún modo estaban conectados.

Anónimo dijo...

lindo, lindo, hermoso te quedo al final...era mas linda mi foto jajaja ;)

osvaldo bossi dijo...

juan cruz, mi buen amigo, que decirte? en principio, que el poema quedó impecable, el tono, el modo en que el discurso coloquial se calibra y da, pese a todos sus vericuetos (o justamente por eso) en el blanco. Y en segundo lugar, quería darte las gracias por la dedicatoria. Es un honor para mí. En serio. El cariño de los amigos nunca deja de sorprenderme y de alegrarme el corazón. Te mando un abrazo enorme. Oswald

Anónimo dijo...

Imaginarse la rutina de un anónimo es una forma arriesgada y tentadora de despojarse de lo propio y apropiarse de otra vida. Como cuando vas en el colectivo y ves a tres o cuatro personas que tamborilean los dedos sobre sus rodillas al ritmo de alguna enigmática canción que se reproduce en el mp3.
Estoy segura de que la bombacha de Rocío es rosa y tiene un agujero en la costura. Iría a tocarle el timbre para preguntarle, pero no quiero perder la magia.
La remera del japonés que se metía adentro del pozo también tenía un agujero. En la costura del hombro. La remera era verde petróleo, estaba transpirada y llena de tierra, lo cual es lógico.

Tenía una amiga por carta que se llamaba Oleksandra. Tenía una letra manuscrita bonitabonita. Una vez quise contarle que me había quemado la mano mientras hacíamos velas con mi hermana, pero no supe cómo describir esa tarea artesanal correctamente. Creo que Oleksandra, al momento de leer esos primeros renglones, pensó que era una niña menor de edad que trabajaba como monito en una fábrica. ¿Qué estará haciendo Oleksandra ahora?

Lucas Moreno dijo...

Estoy usando la foto del tanque como fondo de pantalla.

Anónimo dijo...

Arraca sin darte pista de dónde va.
Es fluido, tranquilo y de repente, entre tanto encanto aparecen los rubios esculpidos enchastrando el agua de Rocio.

Lo que mas me gusta del baño de tu vecina es el piso de ceremicos amarillo pastel...

Gracias Juan, muy bueno lo tuyo