8.1.08

Controlando a Joy Division

Corrían los finales de los 70´s y la “gran estafa del rock & roll” creada por Sex Pistols llegaba a su predecible fin. El punk, con sólo 3 años de vida (y aunque al día de hoy graffitis del mundo entero intenten negarlo con su “punk´s not dead”), moría.
Cuenta la leyenda que es en el primer recital de los Pistols en la ciudad de Manchester donde se conocen tres jóvenes quienes quedan maravillados por este nuevo sonido duro y crudo. Sus nombres: Ian Curtis, Peter Hook y Bernard Sumner. No tardarían en hacer buenas migas entre ellos y reclutar al baterista Stephen Morris para formar una banda llamada "Warsaw" (Varsovia). Tal nombre fue disparado por la canción Warzsawa del disco “Low” (1977) del gran duque blanco David Bowie, de quien tomarían mucho más que ese nombre. La banda se nutría de fuentes tan diversas como The Doors, Kraftwerk, The Buzzcocks y hasta los mismos Pistols. Pero resultó ser que en Londres había una banda con un nombre similar (“Warsaw Pakt”) por lo que decidieron mutar a “Joy Division”.
Literalmente Joy Division se traduce en algo así como “la división feliz”. ¿Origen? Una novela llamada “The House of the dolls” de Farol Cetinsky en la cual se llama así al lote de mujeres judías más jóvenes y lindas de Auschwitz y demás campos de concentración que eran separadas para satisfacer los deseos de los oficiales nazis más deseosos de sexo.

En 1978 el grupo graba su primer LP: “Unknown Pleassures”, reconocido como uno de los mejores álbumes debut de la historia del rock. Las letras, escritas en su mayoría por Curtis, estaban colmadas de una bella y poética oscuridad. Hablaban de alienación, dolor y violencia. Por aquel entonces nadie parecía percibir que eran un manifiesto personal de su cantante quien, entre otras cosas, sufría una terrible epilepsia. Todo un showman, sobre el escenario se movía de forma tal que nadie distinguía si estaba bailando o sufriendo convulsiones. Varios conciertos debieron suspenderse tras caer Curtis al piso, con espuma en la boca.


Pero las críticas de su ópera prima eran de lo más alentadoras y cuando toda la escena musical pasaba por Londres, estos cuatro “post-púberes” movieron con su “post-punk” el eje a la fea e industrial ciudad de Manchester; totalmente ajena al circuito musical de aquellos días. Las canciones pronto cruzaron el Atlántico y Joy Division firma un contrato para realizar una gira por EEUU. El mismo día que debían volar hacia Nueva York el cuerpo de Ian fue encontrado colgando de una viga de la cocina de su casa.

Tenía 23 años y había pasado toda la tarde viendo películas. El televisor quedó encendido. Contaría la viuda de Curtis que cuando encontró el cuerpo de su marido suspendido y girando en el aire también giraba en la bandeja el disco “The Idiot” de Iggy Pop y que su última película había sido la alemana “Stroszek” (Werner Herzog); hoy convertido en película de culto por ello. En este muy recomendable film, el director es también el actor principal y la peli cuenta la historia de un alcohólico que tras visitar todos los reformatorios de Berlín, intenta reencauzar su vida en Estados Unidos junto a una prostituta de la cual se enamora y su anciano vecino. Sin trabajo, sin poder hablar el idioma, la pasan peor que en su Alemania natal.

Lógicamente nadie subió a ese avión con rumbo a Nueva York y Joy Division, como tal, murió.
Pero resulta notable como ha resurgido el nombre de la banda ultimamente. Sus temas, “Love Will tear us apart” especialmente, son reversionados por los más diversos artistas (José González, The Cure, Nouvelle Vague, Arcade Fire, U2, y la lista sigue…) y la voz de Curtis emulados por otras tantas bandas. Algunos ya desde fines de los 80 y de manera muy digna como The Wedding Present; algunos más contemporáneos como Interpol, She Wants Revenge o Editors.

Joy Division sólo grabó un disco en vida. Meses después del suicidio de Curtis saldría su segundo LP: “Closer” y posteriormente “Still”, recopilación de lados b´s + el último recital de la banda, 2 semanas antes del suicidio. Este álbum alberga la única versión de la formidable “Ceremony”, canción que popularizarían más tarde los miembros restantes de la banda, al reordenarse, bajo el nombre de New Order.

Podría decirse que el primer impulso para este “revival yoidivisiano” lo dio la película “24 hs party people” (Michael Winterbottom) de 2004 la cual refleja el movimiento musical de Manchester de aquellos días, con eje en “The Hacienda”, el boliche de un tal Tony Wilson, personaje-leyenda en la industria musical inglesa que falleció el pasado año y que bien podría considerarse el padrino de la banda ya que aparte de hacerlos tocar en su club, los hizo grabar en su emblemático sello: Factory Records.

Pero esa polvareda parece que no será nada con lo que se espera pronto, ya que está a punto de llegar a estas tierras: la película “Control” de Antón Corbjin, la cual ya se ha estrenado en Europa y USA y cuenta con críticas de lo más prometedoras; premios de Cannes incluidos.

En teoría, el film retrata fidedignamente la vida y obra de Ian y cuenta con los pulgares arriba tanto por parte de la viuda, Deborah Curtis, (fue basado en su libro “Touching from a distance”) como por sus ex compañeros de banda. Obviamente, la película cuenta también con una cuidada selección en su banda de sonido donde, aparte de los predecibles temas de Joy Division, también se pueden escuchar otras interesantes delicatessens como una aggiornada versión de Shadowplay hecha por los hoy aclamados Killers.

Casualmente es éste el primer largometraje de Antón Corbjin, un fotógrafo y director oriundo del universo del videoclip (Depeche Mode, Echo & The Bunnymen) ya vinculado a Joy Division desde 1987 por haber dirigido el majestuoso video de “Atmosphere”, en el cual se las tuvo que arreglar para lograrlo con una banda que en paz descansaba ya hacía varios años. Corbjin debió desembolsar de su bolsillo la mitad del presupuesto para rodar la película ante la dificultad de conseguir inversores para una película rodada en blanco y negro y para colmo, con un actor amateur (Sam Riley, éste es su primer film) como figura principal, haciendo de nada menos que del mismísimo Ian Curtis.

Habrá que esperar que llegue al Hugo del Carril y sacar nuestras propias conclusiones.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

desde warsow
joy disivion
unknown pleasures
hasta arcade fire
the cure
y jose gonzalez
vamos por control
vamos por control

Anónimo dijo...

perdon
perdon por lo anterior
joy division

nt dijo...

robate el libro, dale, robatelo...

Anónimo dijo...

Hola, queria informarles Lunes 14 se realizará la Presentación Oficial de ColorIURIS Argentina.


ColorIURIS es una herramienta jurídico informática de gestión de Derechos Intelectuales en la Red, basado en el sistema continental (países con tradición jurídica romanista) y con alcance mundial. Posee una filosofía proclive a la difusión de la cultura. Otorga a los autores la posibilidad de elegir qué derechos reservarse (todos, o sólo algunos) y qué otros ceder a usuarios. Es válida para toda clase de creaciones y permite (naturalmente) cesiones gratuitas y onerosas.


Ageia Densi posee el honor de ser un el Primer Tercero de Confianza de iberoamérica en el sistema.

Quienes deseen asistir se encuentran invitados.

Saludos cordiales,

Andres Piazza
Research Director
AGEIA DENSI.
investigaciones@densi.com.ar
www.densi.com.ar

jc dijo...

xq no te metés tu ColorIuRIS, tu gestión de Derechos Intelectuales en la Red y tus países con tradición jurídica romanista en el centro del orts?

nt dijo...

che... un poco más de respecto con andrés... que seguramente es un trabajador honrado...