billie jean

a macaulay culkin

Ella era como la reina hermosa de una película.
Yo le dije: no te preocupes, pero a qué te referís cuando decís que seré yo
él que bailará en el piso, en la ronda.
Ella dijo que sería yo él que bailaría en el suelo, en la ronda.

Me dijo que se llamaba Billie Jean, generando tal escena
que todas las cabezas se giraron para mirarnos
y en sus ojos se veía que soñaban
con ser los que bailarían en el suelo, en la ronda.

La gente siempre me decía: tené cuidado con lo que hacés.
No vayas por ahí rompiendo el corazón de las chicas.
Y mamá siempre me decía: tené cuidado a quién amás,
tené cuidado con lo que hacés
hasta que la mentira se convierta en verdad.

Billie Jean no es mi amante.
Es sólo una chica que me reclama.
Pero el niño no es mi hijo.
Ella dice que es mío
pero ese niño no es mi hijo.

Por cuarenta días y por cuarenta noches
la ley estuvo de su lado.
Quién puede aguantar semejante demanda,
sus escenas, sus amenazas
cuando sólo habíamos bailado en el suelo, en la ronda.

Por eso escuchá mi sabio consejo,
recordá siempre pensar las cosas dos veces.
Pensar dos veces!
Pensar dos veces!

Le dijo a mi novia que habíamos bailado hasta las tres y me miró a mí.
Después le mostró una foto y mi chica lloró.
Sus ojos eran iguales a los míos.
Y sólo habíamos bailado en el suelo, en la ronda.

La gente siempre me decía:
tené cuidado con lo que hacés.
No vayas por ahí rompiendo el corazón de las chicas.
Ella vino y se paró al lado mio,
el olor de un perfume dulce,
todo pasó tan rápido,
ella llamándome a su habitación.

Billie Jean no es mi amante.
Es sólo una chica que me reclama.
Pero el niño no es mi hijo.

Billie Jean no es mi amante.
Es solo una chica que me reclama.
Pero ese niño no es mi hijo.



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