21.5.06

reivindicación de "un minuto caliente"

Hace unas semanas me fui a Torrevieja (una pequeña y espantosa ciudad a las costas del Meditarráneo en la Comunidad Valenciana) en bondi y me compré El País porque el libro sobre Irak que estaba leyendo me había secado la cabeza. En la revista venía una nota sobre los Peppers con motivo de su visita a España. El artículo no era gran cosa, pero para pasar el rato estaba bien y más en ese ínfimo bondi rumbo al mar, con un búlgaro al lado que era la oda al olor a pata. Lo único que me jodió realmente del escrito fue que, como en tantos otros medios, le dieron con un caño a uno de sus/mis discos favoritos: "One hot minute". Se refieren a él como un disco "anodino e insignificante". Indignado, en respuesta, escribí una carta al País que, obviamente, no publicaron.


Reivindicación de "Un minuto caliente"

Anodino: Insignificante, insustancial, sin nada en particular. Soso, insípido.
Insignificante: Pequeño, baladí, de poca importancia.

Sí, tuve que acudir al diccionario para corroborar que no me equivocaba, que la Real Academia Española no había sumado nuevos significados totalmente opuestos a los convencionales a estas palabras. No, no es tal el caso y por ello estas líneas.
Estas dos palabras aparecen escritas en la última edición de EPS en la nota sobre la banda californiana Red Hot Chilli Peppers al referirse a su disco “One Hot Minute” y es en esas dos palabras donde difiero ampliamente con Joseba Elola. Que John Frusciante es un iluminado con la guitarra, no caben dudas; pero tampoco creo que el único disco de los años 90 en el cual él no está presente sea ni anodino ni insignificante. Claro, difícil se hace con un antecesor como “Blood Sugar Sex Magic” y un sucesor como “Californication” pero a mi modesto parecer “One Hot Minute” es también un gran disco. Por otro lado no es que Frusciante haya sido remplazado por cualquier chaval que pasaba andando cerca del estudio donde grababan los Peppers, no. Quien se apodera de las guitarras en este disco no es más ni menos que Dave Navarro, gran guitarrista y con quizás logros similares a los de Frusciante (aunque no tan comerciales) como pertenecer, junto a Perry Farrel, a una de las bandas de culto más importantes y estandartes de lo que luego se llamaría música alternativa: Janes Addiction. Quizás Navarro no sea tan “funky” como su colega, pero vaya si cumple con creces la suplencia en este disco.
La canción “Warped” con la que abre el disco es ya una revolución en sí misma y muestra a los peppers más vivos, experimentales y picantes que nunca; los cuales se ablandarían un par de canciones luego dando lugar a hermosas composiciones como “My friends” o la inigualable “Tearjerker”.
Ni hablar de la belleza del arte de tapa del disco, propiedad de un grande como Mark Ryden. Frusciante se niega a tocar en vivo canciones no compuestas por él por lo que lamentablemente los Peppers ignoran toda canción de este álbum en sus shows, excepto "Pea", la oda a sí mismo compuesta e interpretada solitariamente por Flea.
No digo que sea mejor ni peor que otros discos, esa sentencia de poco sirve; pero simplemente estoy convencido que “One Hot Minute” no es un disco ni anodino ni insignificante sino un gran álbum y lo que es más importante aún, un imprescindible escalón para que los Peppers sean lo que hoy son.